Hablamos con Noelia Vilariño, médico especialista en oncología médica en ICO Hospitalet
“La calidad de vida y la eficacia son los pilares sobre los que deberíamos asentar el tratamiento del paciente oncológico”
El pasado 21 de noviembre se celebró el XII Educational Simposium del GECP en el que tu comunicación fue galardonada con el primer premio. ¿Nos podrías dar alguna pequeña pincelada sobre ella? ¿Cómo viviste el Congreso?
Nuestro trabajo tiene como objetivo mejorar nuestra comprensión del microambiente inmune en las metástasis cerebrales de cáncer de pulmón. Nos gustaría identificar nuevas dianas terapéuticas que permitan mejorar el tratamiento de estos pacientes los cuales son una subpoblación de muy mal pronóstico. En nuestra investigación, hemos estudiado alteraciones en la vía de presentación antigénica, indispensable para el reconocimiento del tumor por el sistema inmune y que podría explicar por qué los pacientes con metástasis cerebrales tienen respuestas menos duraderas en el cerebro en relación con la enfermedad extra-cerebral. El congreso del GECP de este año ha contado con excelentes ponentes y una actualización muy exhaustiva de los últimos avances en el tratamiento del cáncer de pulmón. Es siempre un placer compartirlo con amigos y compañeros cercanos. He disfrutado mucho dentro y fuera de él.
El cáncer de pulmón sigue siendo uno de los tumores con mayor impacto en términos de mortalidad. Desde la perspectiva de la oncología médica, ¿cómo ha evolucionado el tratamiento del cáncer de pulmón en los últimos años?
En los últimos años hemos vivido una auténtica revolución en el tratamiento de los pacientes con cáncer de pulmón, fundamentalmente con la incorporación de la inmunoterapia basada en el uso de anticuerpos contra los puntos de control inmune. Estas terapias han permitido que hoy en día entre un 15-20% de los pacientes con cáncer de pulmón no célula pequeña metastásicos, sin alteraciones moleculares diana, puedan ser considerados largos supervivientes. En estadios precoces hemos podido aumentar de forma muy significativa la probabilidad de curación de los pacientes. Por otra parte, la identificación de nuevas dianas moleculares ha permitido el desarrollo de tratamientos personalizados en subpoblaciones de pacientes que antes estaban “huérfanos” de terapia dirigida. En este sentido, el desarrollo de los inhibidores del oncogén RAS han supuesto un hito médico al tratarse de una diana implicada en una gran proporción de cánceres de pulmón (además de otros tumores) y hasta hace muy pocos años inaccesible. Será muy apasionante ver cómo evolucionan los ensayos clínicos en esta alteración molecular próximamente.
“El congreso del GECP de este año ha contado con excelentes ponentes y una actualización muy exhaustiva de los últimos avances en el tratamiento del cáncer de pulmón”
En el ámbito de los tratamientos oncológicos. ¿Ha habido un incremento significativo en el acceso de los pacientes a nuevas terapias en comparación con hace una década? ¿Qué avances han sido los más destacados?
Mi experiencia profesional, si incluyo la residencia, abarcaría sólo la última década. En este período de tiempo creo que los avances más destacados son la biología molecular del cáncer de pulmón y el conocimiento del rol que tiene el microambiente tumoral en la progresión del cáncer. Se le suman también otros como la “comunicación” entre el tumor y el sistema inmune. Estos conocimientos han permitido el desarrollo de un gran número de nuevas estrategias de tratamiento que han impactado en la supervivencia de los pacientes y en su calidad de vida. De esta forma se ha generado un incremento significativo en la investigación clínica y en el número de ensayos clínicos disponibles.
La llegada de la inmunoterapia y la medicina personalizada ha revolucionado los tratamientos contra el cáncer. ¿Cómo valoras su impacto en la supervivencia y calidad de vida de los pacientes con cáncer de pulmón? ¿Qué retos todavía enfrentamos en su implementación?
Son estrategias terapéuticas sin las que hoy en día no concebiríamos el tratamiento de los pacientes con cáncer de pulmón. La inmunoterapia sola o en combinación con quimioterapia, ha supuesto un cambio en el paradigma del cáncer de pulmón metastásico. Hoy en día existe un 15-20% de pacientes largos supervivientes, algo impensable hace una década sólo con tratamientos de quimioterapia. La dificultad reside todavía en identificar quiénes serán esos largos supervivientes y en aquellos que no, intensificar los tratamientos y mejorar los resultados. En cuanto al tratamiento personalizado, puede cambiar la historia natural de la enfermedad del paciente. El principal reto actual sería el de garantizar que todo paciente con diagnóstico de cáncer de pulmón en España tenga acceso a una caracterización genética que permita tratarles adecuadamente desde la primera estrategia de tratamiento.
“En los últimos años hemos vivido una auténtica revolución en el tratamiento de los pacientes con cáncer de pulmón, fundamentalmente con la incorporación de la inmunoterapia”
La colaboración multidisciplinar es esencial en el manejo del cáncer. ¿Cómo crees que puede mejorarse la relación entre oncólogos, cirujanos y otros especialistas? ¿Qué papel juegas en los comités de tumores?
El mejor tratamiento de los pacientes es el que se basa en decisiones consensuadas con los diferentes especialistas en un comité multidisciplinar. Sabemos que estas decisiones impactan en la supervivencia de los enfermos. La relación entre los especialistas puede mejorar simplemente siendo humilde y poniéndose en el lugar del otro, conociendo las limitaciones y fortalezas de las diferentes estrategias de tratamientos. Hay que dejar egos a un lado y ser objetivo en lo que pensamos que es mejor para los pacientes. Yo tengo la suerte de contar con un equipo magnífico dentro de la Unidad de Cáncer de pulmón del ICO. Considero que la relación con mis compañeros es excelente.
La investigación en biomarcadores es clave para avanzar en la personalización de los tratamientos. ¿Cómo está influyendo el desarrollo de nuevos biomarcadores en la selección de terapias para pacientes con cáncer de pulmón? ¿Qué avances consideras más prometedores en este campo?
Creo que hemos tomado conciencia de la importancia de una adecuada selección de los pacientes. Los biomarcadores son imprescindibles para reconocer aquellos pacientes con mayor probabilidad de beneficio de un determinado tratamiento y aún más importante para evitar proporcionarles terapias que pensemos que no les benefician. En este sentido destacaría el ctDNA como biomarcador muy prometedor en estadios precoces. Este nos ayuda a intensificar/des-intensificar los tratamientos antes o después de la cirugía. Por otro lado, creo que es imprescindible que el desarrollo de nuevos fármacos como los anticuerpos conjugados con quimioterapia como los antiTROP2, permita implementar biomarcadores para la adecuada selección de los pacientes.
“La identificación de nuevas dianas moleculares ha permitido el desarrollo de tratamientos personalizados en subpoblaciones de pacientes que antes estaban “huérfanos””
En los últimos años, hemos visto una creciente importancia de las terapias combinadas. ¿Cómo evalúas el papel de la combinación de inmunoterapia y tratamientos convencionales, como la quimioterapia o la radioterapia, en el manejo del cáncer de pulmón?
Creo que la combinación de la inmunoterapia con fármacos más tradicionales como la quimioterapia o la radioterapia nos ha dado una mejora en las tasas de respuesta y supervivencia. Son estrategias de tratamiento complementarias que ahora sabemos que pueden actuar de forma sinérgica, obteniendo un mayor beneficio en los pacientes. Ha sido una revolución en el cáncer de pulmón metastásico y también como estrategia neoadyuvante.
España ha dado pasos importantes en la investigación del cáncer de pulmón. ¿Cómo valorarías el nivel actual de la investigación en nuestro país? ¿Estás participando en algún estudio del GECP? ¿En cuál?
Creo que España tiene un papel muy relevante a nivel europeo y mundial por su alto nivel de investigación en cáncer de pulmón. Somos un país con una gran capacidad para reclutar pacientes en ensayos clínicos. Sin embargo, creo que sería importante un mayor soporte institucional para poder llevar a cabo más iniciativas lideradas por investigadores en un contexto académico. En este sentido, el GECP tiene un papel importantísimo en nuestro país. Yo he tenido la oportunidad de participar en múltiples ensayos clínicos liderados por el GECP como Nadim, Nadim II, Nadim-Adyuvante, Atezo-Brain, Nivipi-Brain, Cubik, Amaze-Lung, Adeppt y Beat-Meso.
La prevención sigue siendo un pilar fundamental para combatir el cáncer de pulmón. ¿Cómo percibes las medidas actuales contra el tabaquismo y otros factores de riesgo como el vapeo? ¿Son suficientes?
Creo que nuestro país ha avanzado mucho en los últimos años con la implementación de las diferentes leyes antitabaco. Sin embargo, las medidas continúan siendo insuficientes, queda aún mucho por hacer. Como profesionales, pienso que podemos contribuir a la educación de la población, especialmente entre los grupos más vulnerables. Podemos dar a conocer los riesgos asociados al consumo de tabaco, no sólo desde una perspectiva oncológica, sino también de salud global. Por otro lado, la producción de tabaco tiene también un importante impacto medioambiental que tampoco se puede perder de vista y que acaba repercutiendo en la salud de nuestro planeta. Necesitamos que el conjunto de la sociedad conozca los peligros y tome conciencia de ello.
“La inmunoterapia sola o en combinación con quimioterapia, ha supuesto un cambio en el paradigma del cáncer de pulmón metastásico”
La calidad de vida de los pacientes es un aspecto fundamental del tratamiento oncológico. Desde tu experiencia, ¿cómo podemos mejorar el manejo de los efectos secundarios asociados a las terapias oncológicas? ¿Qué rol juegan las unidades de soporte en este proceso?
La calidad de vida y la eficacia son los pilares sobre los que deberíamos asentar el tratamiento del paciente oncológico. Los efectos secundarios asociados a tratamientos como la inmunoterapia y la terapia dirigida requieren un buen conocimiento por parte del oncólogo médico para de esta forma poder identificarlos precozmente, tratarlos e incluso poder prevenirlos. Es fundamental la colaboración con otros compañeros de otras especialidades. En nuestro hospital, trabajamos en Unidades Funcionales en las que las enfermeras especializadas en cada patología juegan un papel fundamental en la educación de los pacientes respecto a los efectos adversos de los tratamietos y el manejo de los mismos.
Para finalizar, una pregunta personal. ¿Qué te motivó a especializarte en oncología médica? ¿Qué es lo que más te apasiona de tu especialidad?
Cuando tenía 13 años, mi abuelo materno falleció de un cáncer de próstata metastásico. En ese momento vivíamos en un pueblo y él tuvo que ir cada día hasta A Coruña (unos 100Km) para poder recibir el tratamiento con radioterapia antiálgica por la afectación metastásica ósea que tenía. Esta experiencia personal me despertó un gran interés hacia el cáncer que me hizo querer conocer sus debilidades, aprender a tratarlo e intentar ayudar a otras personas que lo sufren. Lo que más me gusta es la complicidad que puedo llegar a tener con mis pacientes, sentir que les ayudo. Elegiría lo que hago a pesar de la alta carga asistencial y el importante consumo de tiempo personal una y mil veces.
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BIO
Nací en: Galicia, en un pueblo del Camino de Santiago, llamado Palas de Rei, en la provincia de Lugo
Me formé en: El primer ciclo de la carrera lo completé en la Universidad de Santiago de Compostela. Después, a través de una beca Séneca, terminé los últimos tres años en la Universidad Autónoma de Barcelona. Realicé la residencia entre 2012 y 2017 en Oncología Médica en el Hospital Parc de Salut Mar de Barcelona. Desde 2018 trabajo como médico adjunto en el Instituto Catalán de Oncología (ICO) de Hospitalet dentro de la Unidad de Tumores Torácicos y Neuro-Oncología. En 2020 conseguí un contrato Río Hortega del Instituto de Salud Carlos III que me permitió ampliar mi formación en tumores torácicos y cerebrales. Recientemente he estado realizando una estancia de investigación en la Universidad de Yale (New Haven, USA), en el laboratorio de Inmuno-Oncología, liderado por el Dr. Kurt Schalper.
Trabajo en: La Unidad de Tumores Torácicos y la Unidad de Neuro-Oncología del Instituto Catalán de Oncología en Hospitalet, Barcelona, donde compagino la actividad clínica asistencial con la investigación más traslacional.
Formo parte del GECP desde: El año 2018, cuando empecé a trabajar como médico adjunto en la Unidad de Tumores Torácicos del ICO.
Lo que más me gusta es: Viajar junto a las personas que quiero.
Me gustaría desterrar: Sin dudarlo, el tabaco. ¡Sobran los motivos!
Una curiosidad: Me encanta viajar y también mucho la comida. Siempre que viajo hago un listado de los restaurantes que no debería perderme.